Relatora Especial de la ONU expresa su preocupación por la vulnerabilidad de los defensores de derechos humanos en Honduras

El 14 de febrero, en una rueda de prensa a la Casa de las Naciones Unidas en Tegucigalpa con la presencia de muchos representantes de los medios, Margaret Sekaggya, la Relatora Especial sobre la situación de defensores de derechos humanos, presentó sus conclusiones preliminares al final de su visita, que empezó el 7 de febrero y, además de la capital, abarcó San Pedro Sula y La Ceiba.  Se había reunido con el Presidente Lobo Sosa, funcionarios del gobierno, representantes de la rama legislativa y jurídica, un amplio segmento de la sociedad civil, las Naciones Unidas y miembros de la comunidad diplomática.  El Proyecto de Acompañamiento Internacional en Honduras estaba presente al evento .

La señora Sekaggya notó una situación de  ‘impunidad reinante’ y una falta de investigaciones eficaces de las violaciones  de derechos humanos.  También comentó que el golpe de estado de 2009 había agravado la debilidad institucional, aumentando la vulnerabilidad de los defensores de derechos humanos que sufren ejecuciones extrajudiciales, desapariciones forzosas, torturas y malos tratos, amenazas de muerte, ataques, acoso y estigmatización.

Identificó ciertas categorías de defensores que se encuentran en una situación de riesgo particularmente alta.  Entre ellos destacó a los que pacíficamente reclaman su derecho a la tierra,  como los Afro-Hondureños, y a los que buscan proteger el medio ambiente, incluso los que oponen proyectos mineros e hidroeléctricos, entre los cuales los pueblos indígenas se ven especialmente afectados.  La señora Sekaggya también denunció la estigmatización y persecución por la parte de funcionarios públicos de los defensores que trabajan en temas de LGBTI, amenazados porque se percibe que defienden ‘comportamientos inmorales’; trabajadores en temas de niños y adolescentes, particularmente los que denuncian la limpieza social por parte de actores públicos y privados, y las organizaciones de mujeres, que dicen que no se toma en serio las violaciones contra su integridad y su trabajo, y además, sufren intimidación por parte de las autoridades, especialmente la policía.  Además, calificó ‘alarmante’ el número de periodistas asesinados en 2009-2010 que, junto con otros actos de perseguimiento de este grupo, representa una grave violación del derecho a la libertad de expresión.

Ante estas amenazas a los defensores, la Relatora criticó la falta de aplicación por la parte del estado de las medidas de protección para ellos emitidas por el Sistema Interamericana de Derechos Humanos.  De momento, sólo la policía está encargada de brindar protección a los defensores, pero a menudo éstos abstienen de aprovechar de ella por miedo, dada la participación de agentes de la policía en la ejecución de crímenes, incluyendo serias violaciones de derechos humanos.   Según señora Sekaggya, esta situación, junto con la interferencia política en el poder judicial, ha afectado negativamente la administración de la justicia.

Sus recomendaciones al estado hondureño incluyen el establecimiento de una política que reconozca el valor del trabajo de los defensores de derechos humanos, y un programa de protección para ellos con suficientes recursos.  Además, reportes de amenazas y ataques contra los defensores debieran tener prioridad, así como la depuración de la policía.

El informe final será publicado en 2013.

El texto completo de su declaración está abajo.

 Relator ONU Honduras Feb 2012